Uno puede tener ocasionalmente las llamadas “tendencias narcisistas”, como presumir de algo o convertirse en el centro de atención, lo cual no deja de ser normal. Sin embargo, el trastorno narcisista de la personalidad (TNP) es algo diferente. Los síntomas son más graves, se dan en situaciones y entornos diferentes y dificultan, cuando no imposibilitan, las relaciones con los demás.
Quienes padecen un trastorno narcisista tienen la autoestima muy alta, pero atención: “Los narcisistas no son malas personas, lo problemático es su comportamiento. Están condicionados a creer que son especiales y que merecen ser tratados mejor que los demás, y se relacionan con el resto del mundo en consecuencia.
“Síntomas” del trastorno narcisista de la personalidad
Existen 9 rasgos distintivos que caracterizan a las personas que padecen un trastorno narcisista de la personalidad:
- Sentimiento de importancia personal.
- Preocupación por el poder, la belleza o el éxito.
- Búsqueda de privilegios.
- Trato exclusivo con personas importantes o especiales.
- Aprovechamiento interpersonal en beneficio propio.
- Arrogancia.
- Falta de empatía.
- Deseo de admiración.
- Envidia en las relaciones con los demás o convencimiento de ser víctima de la envidia ajena.
Relación con los demás
Una pareja, un familiar o un jefe con trastorno narcisista de la personalidad pueden hacerte la vida muy difícil. Siempre se ponen a sí mismos en primer lugar y esto puede hacer que uno se sienta menospreciado, lo que puede afectar a la propia salud mental. Para relacionarse con estas personas, es importante imponer unos límites personales y tener previsto un alejamiento delicado en caso de que no se cumplan. Sin embargo, no siempre es fácil hacerlo. En cualquier caso, lo importante es centrarse en el propio bienestar y saber bien lo que uno está dispuesto a tolerar.
Es posible recuperarse de un trastorno narcisista?
Es posible recuperarse de un trastorno narcisista de la personalidad, pero cambiar un comportamiento aprendido requiere tiempo y compromiso. Las personas que sufren este trastorno, en general, no suelen buscar ayuda por su cuenta y, si lo hacen, a menudo se debe a otro problema coexistente, como la ansiedad. Sin embargo, dado que no existen fármacos ni terapias de eficacia probada para tratar el trastorno narcisista, se tiende a adoptar un enfoque individualizado. Si una persona está dispuesta a cambiar y su terapeuta puede ayudarla a salvar la distancia entre su comportamiento actual y el deseado, hay esperanzas de recuperación.
