El insomnio es un trastorno que se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo o despertarse demasiado temprano y no poder volver a dormir. Este problema puede afectar negativamente tu calidad de vida, ya que el sueño es esencial para la salud física y mental.
Existen dos tipos principales de insomnio: agudo y crónico.
El insomnio agudo es temporal y a menudo se desencadena por situaciones estresantes, como problemas en el trabajo, eventos importantes o cambios en la vida. Por otro lado, el insomnio crónico se presenta al menos tres noches a la semana durante tres meses o más y puede estar relacionado con otros factores más invisibles o internos como trastornos médicos, psicológicos o hábitos de sueño poco saludables.
En Alcea Psicología te ayudaremos a identificar las causas de tu insomnio y trabajar juntos en encontrar la solución más adecuada para que puedas disfrutar de un sueño reparador y mejorar tu calidad de vida.
Antes de actuar conoce a tu enemigo
Como en cualquier problema psicológico o físico, conocer las razones internas del problema puede darnos las claves para su solución. El insomnio es una afección que puede derivar de varias causas, aquí te contamos algunas:
▷ Estrés, ansiedad o depresión
Cuando cargamos con preocupaciones durante todo el día, y estamos esposados a pensamientos obsesivos y negativos, nuestro cerebro no descansa, y en consecuencia nosotros tampoco. La realidad es que los principales trastornos psicológicos están estrechamente relacionados con el insomnio, especialmente la ansiedad. Así que tratar la ansiedad resulta crucial para muchas personas que no logran dormir bien.
Además, el insomnio por ansiedad puede convertirse en un bucle de ansiedad por insomnio del que es muy difícil salir. Es decir, tenemos ansiedad y no podemos dormir, y el no poder dormir nos genera aun más ansiedad. A largo plazo, una buena salud mental puede ayudar a mejorar el sueño, y al revés, un buen descanso mejorará tu salud mental.
▷ Dolor
Hay una gran correlación entre el dolor y el insomnio. Diversos estudios apuntan a que los dolores que sentimos a lo largo de todo el día pueden hacer que duramos mal. Además, un buen descanso nocturno es esencial para cuidar nuestra salud física y mental.
Despertarse en mitad de la noche o no poder dormir bien por los dolores afectará lógicamente a nuestro descanso, por lo que tratar ese dolor será clave para recuperar la salud.
▷ La luz azul de las pantallas
Debemos ser conscientes de que un uso excesivo de las pantallas, ya sea del móvil, de la tele, o del ordenador, puede influir en nuestra calidad del sueño. Esto pasa porque para nuestro cerebro, el hecho de recibir luz azul, es un indicador de que es de día, por lo que le será más difícil conciliar el sueño, y se desregulan nuestros ciclos.
▷ Niveles de ruido y luz
El ruido del exterior o incluso ruidos lejanos de nuestra propia casa pueden perturbar el descanso, incluso aunque no lo consideremos molesto. Además, la luz de la calle o de la propia lámpara de mano que tengamos en el escritorio, le pueden mandar a nuestro cerebro señales confusas y no percibir que es de noche y es hora de dormir.
Como habrás podido comprobar, hay muchos factores que pueden perjudicar nuestro sueño, y nos pueden hacer padecer insomnio. Por ello es importante detectarlos y ponerles solución para empezar a dormir con calma.
Consejos para combatir a nuestro insomnio
Si ya hemos encontrado las posibles causas que afectan en nuestro insomnio, será más fácil ponerle solución. Aunque te recomendamos contar con un profesional en estos casos, en este blog te daremos algunos consejos para combatir este problema.
El tratamiento del insomnio puede incluir cambios en el estilo de vida, como establecer una rutina regular de sueño, crear un ambiente propicio para dormir, evitar el consumo de cafeína y realizar ejercicio regularmente. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a terapia cognitivo-conductual para el insomnio o, en situaciones más graves, medicamentos bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Establece una rutina sana
Intenta cansarte durante el día, de tal manera que al llegar la noche tu cuerpo necesite descansar, y entre automáticamente en un estado de reposo. Puedes hacer por ejemplo ejercicio físico 3 días a la semana, evitando realizarlo cerca de la hora de acostarte.
Fija horarios
El ser humano es un animal de costumbres, por lo que si acostumbras a tu cuerpo a dormirse a una hora determinada, una vez hayas asentado el hábito, tu cuerpo tendrá ganas de dormir a esa hora.
Separa la hora de la cena
Si cenamos mucho y muy cerca de la hora de dormir, nos constará más conciliar el sueño porque nos sentiremos pesados. Para esta comida sigue un tip famoso que dice: “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un campesino”.
Olvídate de las pantallas
Aunque vivimos en la era de la tecnología, debemos ser conscientes de que no siempre es beneficiosa para nuestra salud. Intenta dejar el móvil, el ordenador, o la tele apagada, al menos media hora antes de irte a dormir, para no activar a tu cerebro con la luz azul.
La cama es para dormir
Si haces vida normal en tu cama, y no estableces otros lugares para tus actividades cotidianas, el cuerpo entenderá esta como un elemento más en el que realizar otras actividades. Utiliza un sillón para leer, el sofá para ver la tele y el escritorio para estar con el ordenador, y deja tu cama únicamente para dormir y descansar.
Cuida tus siestas
Aunque sabemos que hay días en los que sentimos que no podemos más y queremos echarnos una siesta, te aconsejamos que no duermas más de 15 minutos al día y que finalice antes de las 16 h para no interferir con tu sueño nocturno.