Cada vez hay más personas que hablan de estrés cuando les preguntan sobre sus actividad laboral.

El estrés laboral aparece cuando las exigencias del entorno superan la capacidad del individuo para hacerlas frente o mantenerlas bajo control, y puede manifestarse de diversas formas. Algunos de sus síntomas más frecuentes van desde la irritabilidad a la depresión, y por lo general están acompañados de agotamiento físico y/o mental.

Algunas de las causas del estrés laboral pueden ser la desconfianza, la falta de liderazgo, la incapacidad para realizar un trabajo, la falta de reconocimiento por el trabajo realizado, la falta de humor… Entre otras muchas cosas.

Las consecuencias que éste tipo de estrés conlleva son físicas (trastornos gastrointestinales, trastornos respiratorios, alteraciones en el sistema inmune), psíquicas ( la preocupación excesiva, la incapacidad para tomar decisiones, la sensación de confusión, la incapacidad para concentrarse,  la sensación de desorientación, los frecuentes olvidos, los bloqueos mentales) y organizativas, es decir, pueden producir un deterioro en el ámbito laboral.

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